viernes, 22 de junio de 2018

MODERNA





El día de la final cada uno de los participantes subió al escenario, siguieron las indicaciones  lo más apegado al texto. El sonido del primer participante era bueno, pero se quedaba corto en interpretación, su rostro mostraba una gran preocupación por el golpeteo de las cuerdas del arpa. El segundo participante decidió improvisar un poco luego de que los dedos se salieran de control por un breve lapso, de cualquier forma logró recuperarse. El tercer participante y los que siguieron fuero muy precavidos, a pesar de que la pieza se prestaba para tener un poco más de soltura. Vino la decisión de los jueces. Uno de ellos se mostró muy severo dándoles a todos la calificación mínima, sesenta puntos. El segundo juez fue un poco elitista, ya que las mejores calificaciones se las había otorgado a las dos chicas que habían logrado calificar a esta última etapa.  Por último, el sinodal más reconocido por la institución en ya un muy largo periodo, al mismo tiempo que daba su veredicto hacía énfasis en el porqué su decisión se había balanceado al participante ganador. Todos se sorprendieron cuando dijo las siguientes palabras, “es lo más horrible que he escuchado en mi vida”. 

12 Marzo 2017

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