-Se olvidará de mí, y si muero volverá a olvidarme, es ley de la vida, el olvido.
-Se miraba a sí mismo con un sentimiento de indiferencia, como se mira el vacío, en el vacío no hay cerca ni lejos donde posar los ojos, verdaderamente no es posible fijar una ausencia.
Saramago - El Evangelio según Jesucristo. 03/07/2015
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