Schubert murió a los 31, Mozart murió a los 35, Mendelssonn murió a los 38 y Chopin a los 39 años. Qué admirables fueron sus creaciones musicales, de los mejores músicos de la historia. No obstante, creo que cualquiera de ellos hubiera deseado vivir un poco más. Lo cierto es que pareciera que vivieron lo que tuvieron que haber vivído, su aporte estaba hecho y por eso permanecen en la memoria humana.
Me hace pensar en que no hay una edad ideal para morir, pero si hay una edad para vivir, y es la que uno tiene. Cinco, diez, veinte, cuarenta, ochenta años. A los cinco puedes jugar muchísimo, a los diez también, solo que ahora ya empiezas a notar cambios, a los veinte ya sientes el peso de la toma de decisiones, a los cuarenta el peso de los logros y los fracasos, a los ochenta supongo que uno ve mucho hacia atrás, pero aún así lo mejor sería vivir el momento, comerte una frutita mientras contemplas el final del atardecer y el final del día. Obviamente las circunstancias mandan, a veces la vida puede ser contemplativa y a veces puede ser una tormenta.
He llegado a pensar que las horas del día se distribuyen como lo que dura la vida. La mañana dura poco, como cuando somos bebes hasta que ya no queremos ser niños; el mediodía es el más largo, hasta que ya queremos ser papás; la tarde dura un poco menos como lo que tardan en crecer los hijos, nada; y la noche es breve, como cuando ya quieres irte a descansar.
Mi padre vivió 72 años (2017), mi madre 74 (2022), el quinto hijo de mis padres vivió 46 (31 de enero de 2025), mi hermano mayor 54 (31 de marzo de 2025). Mi padre acepto de buena forma su tiempo de partida. El cáncer de mi madre fue muy duro pero se esforzó hasta el final por seguir viviendo, más tarde deduje que fue por que no la soltabamos algunos de sus hijos. A mi primer hermano fallecido lo aventó una motocicleta y el golpe en la cabeza complicó algo las cosas, aunque finalmente las negligencias del seguro terminaron con su vida, él quería seguir viviendo. Mi hermano mayor murió repentínamente, su cuerpo y su mente se debilitaron. Grandes pérdidas, los extraño mucho y los recordaré siempre. Aún quedamos siete, de los nueve hijos que fuimos y somos.
Yo ahora tengo 41, ya he vivido más que los genios que mencioné al inicio, pero siento que aún no he hecho nada minimamente cercano a lo que ellos hicieron, y lo peor es que aún no le encuentro el sentido a mi vida, aunque creo que si lo he intentado. Espero al menos estar aprendiendo lo que vine a aprender.
Alguna vez tuve la idea de que algunas personas solo estamos de relleno, otras contribuyen más a los avances de la humanidad, otras generan caos, otras son meramente espirituales y así, nunca lo sabré.
Amo a mi familia y siento que no he sido el mejor hermano, ni fui el mejor hijo, pero creo que he mejorado un poco y espero seguir mejorando.
Perdón por mis errores.
En paz descansen.
Los amé, los amo y los amaré.